El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, denunció este martes un grave incidente ocurrido en el estudio jurídico donde trabaja su hermano, Matías Cúneo Libarona. Según detalló el propio funcionario en su cuenta oficial de la red social X, una persona dejó un artefacto explosivo en la recepción del inmueble, que finalmente detonó, aunque sin provocar víctimas ni heridos.

“Hoy una persona que ya fue identificada dejó un artefacto explosivo en la recepción de la oficina de mi hermano, Matías. Si bien el artefacto llegó a explotar, afortunadamente no hubo heridos”, publicó el ministro, al tiempo que descartó que el ataque estuviera motivado por razones políticas. “No se trató de un hecho de violencia política, sino de una acción llevada a cabo por alguien que presenta evidentes signos de desequilibrio mental”, aclaró.

El episodio se produjo durante el horario habitual de actividad en las oficinas, y tras la explosión, el personal de seguridad del edificio activó los protocolos correspondientes y dio aviso inmediato a las autoridades. La intervención de especialistas en explosivos fue clave para determinar que el artefacto tenía capacidad para provocar lesiones, aunque por circunstancias fortuitas no causó daños personales.

Cúneo Libarona agradeció públicamente la actuación de las fuerzas de seguridad: “Agradecemos a las fuerzas de seguridad por su rápida respuesta”, expresó en su publicación. Asimismo, destacó que el individuo responsable ya fue identificado y que no se encontraron vínculos con organizaciones ni motivaciones ideológicas o políticas.

Un antecedente familiar

El episodio remite a un hecho ocurrido en septiembre de 2002, cuando otro miembro de la familia, Rafael Cúneo Libarona, recibió una carta bomba en su despacho, en lo que entonces se interpretó como un intento de amedrentamiento relacionado con causas judiciales.

Aquel paquete, enviado desde Rosario por Correo Argentino y dirigido a “Rafael Cunio” (con una alteración en el apellido), explotó al ser abierto por el abogado, causándole una fractura expuesta en el dedo índice y lesiones en ambas manos y brazos. El artefacto fue descripto en ese momento como “casero”, pero con un nivel de elaboración que requería conocimientos técnicos en explosivos.

A diferencia de ese antecedente, el ministro de Justicia dejó en claro que el hecho ocurrido este martes responde a un accionar individual sin conexión con organizaciones o conflictos previos, poniendo el foco en el estado de salud mental del atacante.

El caso continúa siendo investigado por las autoridades correspondientes, mientras desde el entorno del ministro subrayaron la importancia de no fomentar especulaciones que puedan enturbiar el esclarecimiento de los hechos.